La ranita cantora

Era una ranita hermosa,
con chaqueta de tweed rosa,
que croaba con la luna
sin vergüenza ninguna.

Con sus cantos despertaba
al abuelo de la cama,
a la niña de su cuna
y en la iglesia al señor cura.

Una tarde, ya cansada
de reproches y miradas,
agarró bien su maleta
y partió en su camioneta.

Y a modo de despedida,
a todos los de la villa,
dejó escrita una cartita:
"Esto avisa la ranita".

Escucharéis la campana
y el petardo con su traca,
al gallo, al gato, a la pava.
Oiréis el carro que limpia
carril, acera y fachada
y al afilador que afila
cuchillo, tijera y navaja.

Croac, croac, croac
dice la ranita,
croac, croac, croac
¡buen viaje, amiguita!


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